8 usos del modo incógnito que no son el que piensas
El modo incógnito (o navegación privada) es una función presente en la mayoría de navegadores modernos que te permite navegar por internet de forma anónima. Más o menos.
En este modo no se registran las páginas que visitas en el Historial, ni se guardan las cookies, por lo que mucha gente cree que sólo sirve para ver páginas para adultos o similares.
Sin embargo, el modo incógnito puede ser útil en muchas otras situaciones. A continuación encontrarás ocho ejemplos.
1. Usar otras cuentas en páginas, sin perder la sesión
Un amigo viene de visita y quiere ver sus mensajes de Facebook. ¡No dejes que te cierre la sesión para abrir la suya! En su lugar, pulsa Control + Shift + N y abre una nueva ventana de incógnito.
Te ahorrará tener que iniciar sesión más tarde, y también dejará a tu amigo más tranquilo, porque tu navegador no recordará sus contraseñas ni sesiones.
2. Navegar sin extensiones
En el modo incógnito no se carga ninguna extensión de Google Chrome, salvo que así lo indiques desde las opciones de Chrome (Herramientas > Extensiones)
Por tanto, es una forma muy rápida de desactivar todas las extensiones para visitar una página concreta que sea incompatible con alguna de ellas.
3. Visitar páginas en las que no confías
Si vas a darte un paseo por páginas en las que no acabas de confiar, o temes que pudieran estar tratando de tomarte el pelo, es una buena idea usar el modo incógnito (eso sí, es posible que quieras activar Adblock o la extensión de tu antivirus, por si acaso)
En una ventana en el modo incógnito no tendrás iniciada la sesión en servicios como Facebook, Google, etc, lo cual es especialmente útil si temes que una página sea un fraude ClickJacking para publicar en Facebook sin tu permiso.
4. Enviar formularios con datos confidenciales
La protección del modo incógnito funciona también en la vía opuesta: evita que los datos confidenciales se queden en el navegador (cookies, historial, extensiones malintencionadas...).
Por tanto, no es mala idea usarlo para enviar un formulario especialmente comprometido o hacer gestiones bancarias.
5. Buscar información sobre temas "sensibles"
Si vas a buscar información sobre un tema del que no quieres que nadie se entere, una buena opción es usar el modo incógnito.
Así, evitas que se guarde en el historial, en el autocompletado de direcciones o usuarios, en las cookies e incluso evitas que Google le eche un ojo y más tarde te muestre anuncios relacionados.
6. Navegar en el trabajo
De acuerdo, esos informes no se van a rellenar por sí solos, pero ¿qué daño puede hacer darle una visita a tu Facebook o comprobar tu correo personal en el trabajo?
Seguramente ninguno, pero es probable que a tu jefe no le haga ninguna gracia. Con el modo incógnito te ahorras las complicaciones de borrar el historial o preocuparte por contraseñas guardadas. Al cerrar la ventana, todo desaparecerá.
7. Buscar "fuera de la burbuja"
Se denomina Filter Bubble a la tecnología que filtra la información para mostrar lo que un algoritmo determina relevante para el usuario: los resultados que obtienes tú con una búsqueda en Google no son los mismos que obtiene otra persona.
La navegación en modo incógnito implica que Google, Facebook o cualquier página no "sabe" quien eres y, por tanto, no puede filtrar su contenido según tu perfil.
8. Testear tu página web
El modo incógnito supone una forma rápida de ver cómo se comporta una página web sin cookies, lo cual es útil mientras estás desarrollando una página web.
De este modo, puedes comprobar rápidamente cómo se ve tu página en el navegador de un nuevo visitante que no tiene cuenta de usuario.
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